El modelo end-to-end es un éxito en implementaciones de soluciones formativas, especialmente en aquellas en que un único proveedor es capaz de desarrollar una solución SaaS global modular, que permite personalizarla y adaptarla a los objetivos de la empresa cliente.
Todo ello sin que el cliente tenga que desarrollar o invertir en un software especializado. De esta manera la empresa paga únicamente por suscripción de uso del empleado, olvidándose de gastos de mantenimiento, actualizaciones o amortizaciones.